Editorial. Acuerdo cuestionado. La Republica 18/3/08
Más de un centenar de intelectuales y artistas, entre los cuales historiadores, arqueólogos, docentes universitarios y personalidades ligadas a nuestro quehacer cultural han publicado un documento en el cual cuestionan los términos del acuerdo firmado por el ministro Hernán Garrido Lecca en representación del gobierno peruano y autoridades de la universidad estadounidense de Yale a propósito de las piezas y material arqueológico que Hiram Bingham extrajo de Machu Picchu y que se encuentran depositados en dicho centro de estudios.
Este es un problema que en pocos años será centenario y que varios gobiernos han tratado de resolver. Como es sabido, el explorador norteamericano –que no fue el descubridor de Machu Picchu en 1911, pero sí quien dio a conocer la existencia del santuario inca a nivel mundial– realizó trabajos de limpieza y excavaciones en el recinto de la ciudadela y extrajo ceramios y otros restos, respecto de los cuales pidió autorización al gobierno peruano para su traslado temporal a los EEUU con fines de estudio.
Estos materiales se encuentran desde hace mucho en la Universidad de Yale, que es la depositaria del legado de Bingham, pero la posición oficial del Perú al respecto es que no se trató en modo alguno de una donación sino de un préstamo y que –habiendo superado largamente cualquier plazo temporal para su estadía en el exterior– deben ser devueltos al Estado, que es su propietario legal y debe ser quien se encargue de su custodia, conservación y exposición ante nacionales y extranjeros.
El entredicho ha dado lugar a reiteradas conversaciones entre representantes de la Universidad de Yale –que inicialmente se consideraba "propietaria" de dicho legado– y enviados del Estado peruano. Se habían registrado lentos avances, como que Yale aceptara que únicamente era depositaria de esos bienes culturales, hasta que de pronto se produjo el viaje del ministro Garrido Lecca, quien anunció que el problema estaba resuelto, y que Yale devolvería gran parte de lo que retiene en el momento en que el Estado construyera un museo de sitio en el Cusco donde se pudiera conservarlo. La otra parte del legado quedaría en dicho centro de estudios, quien lo expondría en adecuadas condiciones.
La posición de los firmantes del documento insiste en que el ministro Garrido Lecca actuó por su cuenta y sin el asesoramiento especializado que el caso requería, y que las condiciones pactadas no son las más adecuadas, ya que los peruanos debimos recuperar el íntegro del patrimonio cultural depositado en Yale, por tratarse de piezas raras y únicas, las cuales pueden contribuir de modo decisivo a resolver algunas claves del pasado de Machu Picchu. Lo que no se sabe es si, a estas alturas, es posible variar el acuerdo.
Comentarios