Carta abierta al Presidente. 7/3/08

CARTA ABIERTA

Señor Presidente Constitucional de la República del Perú, Dr. Alan García Pérez,

Ha llegado a nuestro conocimiento el hecho que una representación de su Gobierno se halla en la ciudad de New Haven, en el Estado de Connecticut, Estados Unidos, como parte de las negociaciones con la Universidad de Yale para la devolución de los objetos de la “Colección Machu Picchu”. Sobre este respecto, tenemos a bien expresar lo siguiente:

Desde su llegada al Cusco en 1908 hasta su muerte en 1956, el investigador estadounidense Hiram Bingham III hizo contribuciones importantes a la arqueología peruana, entre ellas atraer la atención sobre Machu Picchu como uno de los centros arqueológicos de mayor relieve mundial. Su trabajo seguía las huellas del explorador peruano coronel D. Baltazar La-Torre y el historiador inglés Clements R. Markham. Su investigación impulsó la búsqueda de conocimientos sobre los orígenes y la función de este importante centro inca, un esfuerzo de casi cien años al que han contribuido estudiosos tanto peruanos como extranjeros.

En 1909, cuando visitó por primera vez Choquequirao, el profesor Bingham comenzó a llevar consigo a Estados Unidos una cantidad indeterminada de restos humanos y artefactos asociados a nuestra historia andina. En 1911, su labor de recolección de material arqueológico empezó a incluir objetos de Machu Picchu, los que fueron depositados en el Peabody Museum of Natural History de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut.

Mediante una resolución suprema emitida por el Gobierno del Presidente Constitucional Guillermo Billinghurst el 31 de octubre de 1912, se dio al Profesor Bingham permiso para la exploración y excavación arqueológicas en el Cusco hasta el 1.º de diciembre de ese año. Además se autorizó el transporte a la Universidad de Yale de los materiales que su equipo había recolectado, a condición de ser previamente inventariados, tanto los que fueron extraídos entre 1911 y el 31 de octubre de 1912, como los que serían recolectados desde esa fecha hasta el 1.º de diciembre de 1912 bajo dicho permiso. Este documento establece que el Gobierno peruano se reserva el derecho de exigir la devolución de esos materiales, así como los estudios e informes relativos a la expedición.

En 1916, el Gobierno del Presidente Constitucional José Pardo y Barreda, mediante otra resolución suprema, otorga un permiso de exportación sobre todos los materiales arqueológicos extraídos durante los años de 1914 y 1915. Este documento establece que esos materiales, los expedientes de estudio y las fotografías del profesor Bingham y sus colegas debían ser devueltos a Perú en un plazo de 18 meses, contados desde la fecha de la resolución (27 de enero de 1916). En 1922, se devolvió un número limitado de restos humanos que en la actualidad se encuentran en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, en Lima. Por lo tanto, nunca hubo un acuerdo del Gobierno peruano que respaldase la decisión unilateral de Yale de mantener en su poder todos esos materiales y expedientes durante casi un siglo. Es más, el Gobierno peruano jamás renunció a sus derechos sobre este patrimonio.

Machu Picchu está en la lista de patrimonio cultural del mundo de la Unesco, lo que otorga al Estado peruano el derecho y la responsabilidad de proteger y conservar este patrimonio para futuras generaciones. Éste es también el espíritu de las políticas internacionales más recientes relacionadas con la repatriación de objetos culturales, adoptadas también en Estados Unidos, de acuerdo con The Native American Graves Protection and Repatriation Act (Ley de Protección y Repatriación de Tumbas de Indios Americanos), enfocada en la restitución de artefactos indígenas extraídos de tumbas y sitios de excavación. A la luz de esta legislación y los principios éticos que la sustentan, la retención de materiales arqueológicos pertenecientes a la nación peruana por la Universidad de Yale se hace insostenible. La “Colección Machu Picchu” de esta universidad y otras, como la vasta colección Max Uhle de la Universidad de California-Berkeley, deben ser devueltas a Perú.

Después de varios intentos previos, el 14 de setiembre de 2007, los representantes del Gobierno peruano y de la Universidad de Yale firmaron un memorándum de entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés), con la intención de resolver el reclamo de Perú sobre los materiales de Machu Picchu, que iniciara el pueblo del Cusco en 1915, como consta en los diarios de esta ciudad. Lamentablemente, aunque la propiedad de Perú sobre este patrimonio se reconoce claramente en el MOU, este acuerdo refleja una actitud arrogante y prejuiciosa por parte de Yale, de denegar a Perú su derecho legal y moral de decidir con soberanía, sin condiciones ni tutela, en cuanto al futuro de la colección completa.

En resumen, estos son los puntos que más llaman la atención acerca del MOU:

  1. El Gobierno peruano se hará cargo de la construcción de un museo en el Cusco, así como de la creación de un centro de investigación para albergar la colección.
  2. La planificación y operación del museo y centro de investigación será llevada a cabo por un directorio asesor compuesto por dos miembros nombrados por Perú, dos miembros nombrados por Yale, y un presidente elegido por la mayoría de estos miembros.
  3. El MOU otorga a Yale el derecho de decidir cuáles piezas pueden ser aptas para exposición (“piezas de calidad de museo”) y cuáles, no teniendo esta calidad, podrían ser destinadas a uso en investigación.
  4. Este documento concede a Yale el derecho de usufructo sobre las piezas que sean consideradas “de calidad de museo” y sobre las que no siendo de esa calidad, puedan ser empleadas en labores de investigación, hasta la puesta en funcionamiento del museo y centro de investigación en el Cusco.
  5. De no terminarse la construcción de las instalaciones referidas en el punto 1), Yale mantiene el derecho de usufructo sobre los materiales mencionados en el punto anterior durante un término que se puede extender hasta por 99 años. El MOU da derecho adicional a Yale a retener en cualquier caso algunos de los artefactos destinados a la investigación por un periodo de tiempo indefinido.
  6. El Perú se compromete a entregar por lo menos 40 piezas arqueológicas adicionales para una “exhibición viajera” que Yale haría por diversas ciudades de Estados Unidos, Canadá y otros países con la “Colección Machu Picchu”. Las “piezas de calidad de museo” que Yale posee serán devueltas a Perú al término de esta “exhibición viajera”, a condición que sea culminado el museo y centro de referencia. Si ello no ocurre, las piezas regresarán al Peabody Museum of Natural History de la Universidad de Yale.
  7. Finalmente, el MOU estipula que “el acuerdo estará sujeto a las leyes de Connecticut, sin tener en cuenta sus conflictos con los principios legales”. También se provee que disputas relacionadas a este acuerdo se adjudicarán a las cortes del sistema judicial del Estado de Connecticut, USA.

Señor Presidente, los firmantes de este documento, miembros de las comunidades científica, académica e intelectual peruanas e internacionales, consideramos inaceptable que la Universidad de Yale pretenda mantener algún poder de decisión y derecho de usufructo sobre estos materiales. Por lo tanto, lo instamos a reconsiderar el alcance y la puesta en práctica de cualquier acuerdo que pueda derivarse del memorándum de entendimiento, de manera que respete los principios éticos para la devolución de restos humanos y artefactos culturales a su lugar de procedencia, Cusco, sin condiciones ni tutela alguna. Además, quisiéramos traer a su atención la necesidad de verificar los inventarios originales de los materiales extraídos entre 1911 y 1915, hecho que nos parece fundamental para cualquier acuerdo de repatriación con Yale. Al mismo tiempo, concordamos con la Universidad de Yale en la necesidad de establecer los medios necesarios para la repatriación de estos materiales, y urgimos a su Gobierno a asignar los recursos necesarios para su transferencia, conservación, exposición y uso.

Nos suscribimos atentamente, el 7 de marzo de 2008,

Carlos Bustamante Monteverde, PhD en Biofísica, profesor de la Universidad de California-Berkeley, USA

Martín Benavides Abanto, Phd en Sociología, investigador residente del Centro de Estudios Avanzados en Ciencias del Comportamiento (CASBS)-Universidad de Stanford, USA

Marcos Milla Comitre, PhD en Biología Celular y Molecular, California, USA

Mariana Mould de Pease, Licenciada en Historia, vicepresidenta del Comité Peruano de ICOMOS, Lima

Benjamín Marticorena, PhD en Física, vicerrector académico de la Universidad Antonio Ruiz Montoya, Lima

Ruth Shady Solís, Dra en Antropología y Arqueología, presidenta del Comité Peruano de ICOMOS, Lima

Javier Herrera, Dr en Economía, director de la Unidad de Investigación DIAL del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), Francia

Humberto Guerra, MD, PhD, Dr en Medicina, profesor principal de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Lima

Jorge Flores Ochoa, Doctor en Antropología, profesor principal de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cuzco

Marco Martos Carrera, Dr en Letras, Presidente de la Academia Peruana de la Lengua, Lima

Walter Alva, Dr en Arqueología, Director del Museo de Tumbas Reales de Sipán, Lambayeque

Carlos Aguirre, PhD en Historia, profesor de la Universidad de Oregon, USA

Victor Pimentel, Arquitecto, presidente honorario del Comité Peruano de ICOMOS, Lima

Uriel Garcia, Dr en Medicina, Profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Lima

Roger Guerra García, Dr en Medicina, profesor principal de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Lima

Elmer Ojeda, PhD en Antropología, profesor de lingüistica de la Universidad de California-Davis, USA

Carmen McEvoy, PhD en Historia, profesora de la Universidad de Virginia, USA

Alvaro Roca Rey Miro Quesada, Ms en Bellas Artes, Escultor, exdirector del Museo de La Nación, Lima

Aldo Migone Zunino, PhD en Física, jefe del Departamento de Física de la Universidad del Sur de Illinois, USA

María Rostworowski, investigadora del Instituto de Estudios Peruanos, Lima

Juan Chiappe Corigliano, Dr en Medicina, Clínica Anglo-Americana, Lima

Salomón Lerner Febres, PhD en Filosofía, profesor principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima

Teodoro Hampe-Martínez, Dr en Geografía e Historia, profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Patrice Lecoq, Phd en Antropología, profesor de la Universidad de París 1, Panteón-Sorbonne, Francia

Comentarios

GoriTumi ha dicho que…
Esta es la carta introductoria del texto elaborada por el científico Carlos Milla que se divulgó el la lista de distribucion cientifica "cienciaperu" de yahoo groups:


Comunicación de Carlos Milla sobre recuperación desde Palo Alto, Estados Unidos.
Estimados colegas y amigos,

No me gusta nada mandar cadenas y nunca lo he hecho antes, pero este es un caso especial y les pido por favor que lo tomen como tal y me ayuden en la divulgación del documento adjunto.
Hace casi 100 años, el explorador y profesor de Yale University, Hiram Bingham III, reclamó el descubrimiento de Machu Picchu, un año después que el historiador inglés Clements Markham publicase sobre este centro arqueológico incaico en Inglaterra.
Los gobiernos peruanos de la época accedieron a la exportación de una gran cantidad de materiales a Yale University, con fines de investigación, a condición de su devolución total en un plazo de 18 meses. Yale ha evadido desde ese entonces el cumplimiento de esta obligación moral y legal.
El gobierno del presidente Alan García se encuentra en negociaciones avanzadas con Yale para la devolución parcial de estos materiales arqueológicos, bajo un acuerdo que le da a Yale derecho permanente de tutela sobre el destino de la colección Machu Picchu.
Los esfuerzos de evitar que ese acuerdo se haga realidad han sido calificados por Yale como "politización del tema". Frente a esta situación, un grupo de intelectuales y científicos, peruanos y de otros países, hemos decidido empezar una campaña para hacer conocer los hechos, tanto en el ambiente académico como en los medios de expresión, con la esperanza de fomentar corrientes de opinión y acción que presionen tanto a Yale como al gobierno del Presidente Alan García a concurrir en un acuerdo con solidez ética y legal.
Los invito a leer el presente documento y si les parece apropiado, les ruego lo distribuyan entre sus colegas y amigos, pidiéndoles a su vez la continuación de su difusión. Adjunto las versiones castellana e inglesa del documento, para facilitar su distribución entre todos sus conocidos.

Saludos cordiales,

Marcos Milla

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