Región Cusco. El turismo es ancho y ajeno. La Primera 14/6/08
Región Cusco. El turismo es ancho y ajeno
Pese a las grandes ganancias que genera la actividad turística, la región cusqueña sólo ve pasar el dinero, pues la mayoría de empresas son de origen extranjero o de foráneos.
Ciudad Imperial; atractivo mundial y centro emblemático de la milenaria historia peruana, la región Cusco está en boca de todos y en muchos casos en el centro de la noticia, desde el reciente concurso de Internet que ungió a Machu Picchu como una de las maravillas modernas hasta los problemas de la no devolución de tesoros incas por parte de la Universidad de Yale. Los pleitos tampoco le son ajenos, pues hace pocos días su alcaldesa se vio envuelta en un escándalo de malversación de fondos. Además, el frío y las heladas amenazan a su población. Complicaciones que golpean a un pueblo que, por cierto, no se deja dominar…
Resulta muy contradictorio que, siendo una ciudad donde alojarse por una noche puede llegar a costar más de mil dólares y tomar un café en algún local de la Plaza de Armas cerca de cincuenta soles, tenga unos índices de pobreza tan elevados. Así es Cusco de contradictorio. Y es que, a pesar del fuerte movimiento económico que se da en la Ciudad Imperial, el dinero no va a parar a la población cusqueña, sino a los bolsillos de empresarios extranjeros, propietarios de la mayoría de los negocios. O al menos de los más costosos.
En Cusco se mueven cerca de 800 millones de dólares al año por concepto de actividades turísticas, sin embargo ni un solo sol es destinado a luchar contra la pobreza, que afecta a más del 60% de la población del lugar. Y es que una desigual distribución de la riqueza obtenida por el turismo, canon minero y regalías produce esa situación adversa.
Las cifras no mienten. De las nueve provincias más pobres del país, cuatro están en Cusco. Pero el problema es mucho peor en las provincias aledañas a Cusco. Del total de dinero generado por el turismo, el 20% se queda por concepto de boletos turísticos en las zonas adyacentes a Cusco, pero a las demás no llega nada en absoluto.
Sólo 20 grupos empresariales parecen haber encontrado El Dorado en la antigua capital del incanato.
Hace poco se informó que un metro cuadrado en la Plaza de Armas cusqueña y sus alrededores puede llegar a costar hasta cinco mil dólares. Cifra que para los lugareños, y para cualquier peruano promedio que pretenda poner un pequeño negocio, sería imposible pagar.
Esta situación demuestra el alto costo de vida que ha llegado a tener esta ciudad, considerada por la Unesco como patrimonio cultural de la humanidad, y demostraría también por qué en los últimos años la pobreza en esta región se ha incrementado en un 7%, a pesar de que el gobierno central diga lo contrario.
Alcaldía sobrevalorada
La noticia de que la alcaldesa de Cusco, Marina Sequeiros, habría cometido el delito de nepotismo y de malversación de fondos al destinar dinero de la comuna para el pago de sus empleados personales fue calificada por la autoridad edil como una “insana política”. Sin embargo, las pruebas han sido contundentes. Varios periodistas que hicieron pública la denuncia indican que fueron víctimas de amenazas de muerte. La Procuraduría pidió que se cambie el fiscal que lleve el caso, pues el proceso estaba parcializado a favor de Sequeiros.
Cabe señalar que la alcaldesa hace unos años defendió la instalación de un puente en la zona cercana a Machu Picchu, pese a que expertos advirtieron del impacto negativo que tendría la obra en los restos arqueológicos.
Tesoros perdidos
No basta con que los vecinos del sur pretendan adueñarse de productos peruanos. Y es que también la norteamericana universidad de Yale imita esas acciones, pues se niega a devolver las obras milenarias que Hiram Bingham se llevó. Lo que ha planteado esa casa de estudios es hacer una entrega paulatina en 94 años, situación que suena más a estafa que a entrega.
“Gobierno central no nos deja combatir la pobreza”
LA PRIMERA conversó con Hugo Gonzales Sayán, presidente regional de Cusco, quien expuso la problemática cusqueña y las posibles soluciones a largo plazo que podrían aplicarse.
–¿Presidente Gonzales, qué acciones se están tomando para combatir la pobreza en su región?
–Es difícil. Tenemos el dinero que nos deja el canon gasífero, pero el gobierno central no nos deja utilizarlo para esto. Creemos que para reducir la pobreza primero hay que combatir el analfabetismo y la desnutrición, tenemos ya un plan alfabetizador pero no el dinero para ejecutarlo. Hemos pedido a Del Castillo un decreto de urgencia para que nos autoricen a manejar ese dinero.
–¿Y qué otras opciones hay si no les autorizan a usar el dinero del gas?
–Estamos planteando la creación de un canon turístico. Ingresan ciento de millones de dólares al año, pero nada se queda en Cusco. Es vergonzoso ver que a sólo cinco minutos de Machu Picchu hay comunidades que viven en una situación de pobreza extrema.
–¿El dinero que ingresa por el pago de entradas a Machu Picchu… a dónde va?
–El que visita Machu Picchu tiene que pagar 20 dólares. De esa cifra sólo el 10% va para el Cusco, y el resto para el INC y el Inrena. Con el dinero que se recibe no se puede hacer mucho. No alcanza para poder implementar alguna estrategia.
________
DATO
Clima adverso
En los últimos días el Senamhi advirtió que en las zonas más altas de Cusco la temperatura descendería hasta más de los 10 grados bajo cero. Dicha situación produciría heladas que afectan a los niños y ancianos del lugar, así como daños a la mayoría de cultivos.
Omar Olivares
Redacción
Pese a las grandes ganancias que genera la actividad turística, la región cusqueña sólo ve pasar el dinero, pues la mayoría de empresas son de origen extranjero o de foráneos.
Ciudad Imperial; atractivo mundial y centro emblemático de la milenaria historia peruana, la región Cusco está en boca de todos y en muchos casos en el centro de la noticia, desde el reciente concurso de Internet que ungió a Machu Picchu como una de las maravillas modernas hasta los problemas de la no devolución de tesoros incas por parte de la Universidad de Yale. Los pleitos tampoco le son ajenos, pues hace pocos días su alcaldesa se vio envuelta en un escándalo de malversación de fondos. Además, el frío y las heladas amenazan a su población. Complicaciones que golpean a un pueblo que, por cierto, no se deja dominar…
Resulta muy contradictorio que, siendo una ciudad donde alojarse por una noche puede llegar a costar más de mil dólares y tomar un café en algún local de la Plaza de Armas cerca de cincuenta soles, tenga unos índices de pobreza tan elevados. Así es Cusco de contradictorio. Y es que, a pesar del fuerte movimiento económico que se da en la Ciudad Imperial, el dinero no va a parar a la población cusqueña, sino a los bolsillos de empresarios extranjeros, propietarios de la mayoría de los negocios. O al menos de los más costosos.
En Cusco se mueven cerca de 800 millones de dólares al año por concepto de actividades turísticas, sin embargo ni un solo sol es destinado a luchar contra la pobreza, que afecta a más del 60% de la población del lugar. Y es que una desigual distribución de la riqueza obtenida por el turismo, canon minero y regalías produce esa situación adversa.
Las cifras no mienten. De las nueve provincias más pobres del país, cuatro están en Cusco. Pero el problema es mucho peor en las provincias aledañas a Cusco. Del total de dinero generado por el turismo, el 20% se queda por concepto de boletos turísticos en las zonas adyacentes a Cusco, pero a las demás no llega nada en absoluto.
Sólo 20 grupos empresariales parecen haber encontrado El Dorado en la antigua capital del incanato.
Hace poco se informó que un metro cuadrado en la Plaza de Armas cusqueña y sus alrededores puede llegar a costar hasta cinco mil dólares. Cifra que para los lugareños, y para cualquier peruano promedio que pretenda poner un pequeño negocio, sería imposible pagar.
Esta situación demuestra el alto costo de vida que ha llegado a tener esta ciudad, considerada por la Unesco como patrimonio cultural de la humanidad, y demostraría también por qué en los últimos años la pobreza en esta región se ha incrementado en un 7%, a pesar de que el gobierno central diga lo contrario.
Alcaldía sobrevalorada
La noticia de que la alcaldesa de Cusco, Marina Sequeiros, habría cometido el delito de nepotismo y de malversación de fondos al destinar dinero de la comuna para el pago de sus empleados personales fue calificada por la autoridad edil como una “insana política”. Sin embargo, las pruebas han sido contundentes. Varios periodistas que hicieron pública la denuncia indican que fueron víctimas de amenazas de muerte. La Procuraduría pidió que se cambie el fiscal que lleve el caso, pues el proceso estaba parcializado a favor de Sequeiros.
Cabe señalar que la alcaldesa hace unos años defendió la instalación de un puente en la zona cercana a Machu Picchu, pese a que expertos advirtieron del impacto negativo que tendría la obra en los restos arqueológicos.
Tesoros perdidos
No basta con que los vecinos del sur pretendan adueñarse de productos peruanos. Y es que también la norteamericana universidad de Yale imita esas acciones, pues se niega a devolver las obras milenarias que Hiram Bingham se llevó. Lo que ha planteado esa casa de estudios es hacer una entrega paulatina en 94 años, situación que suena más a estafa que a entrega.
“Gobierno central no nos deja combatir la pobreza”
LA PRIMERA conversó con Hugo Gonzales Sayán, presidente regional de Cusco, quien expuso la problemática cusqueña y las posibles soluciones a largo plazo que podrían aplicarse.
–¿Presidente Gonzales, qué acciones se están tomando para combatir la pobreza en su región?
–Es difícil. Tenemos el dinero que nos deja el canon gasífero, pero el gobierno central no nos deja utilizarlo para esto. Creemos que para reducir la pobreza primero hay que combatir el analfabetismo y la desnutrición, tenemos ya un plan alfabetizador pero no el dinero para ejecutarlo. Hemos pedido a Del Castillo un decreto de urgencia para que nos autoricen a manejar ese dinero.
–¿Y qué otras opciones hay si no les autorizan a usar el dinero del gas?
–Estamos planteando la creación de un canon turístico. Ingresan ciento de millones de dólares al año, pero nada se queda en Cusco. Es vergonzoso ver que a sólo cinco minutos de Machu Picchu hay comunidades que viven en una situación de pobreza extrema.
–¿El dinero que ingresa por el pago de entradas a Machu Picchu… a dónde va?
–El que visita Machu Picchu tiene que pagar 20 dólares. De esa cifra sólo el 10% va para el Cusco, y el resto para el INC y el Inrena. Con el dinero que se recibe no se puede hacer mucho. No alcanza para poder implementar alguna estrategia.
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DATO
Clima adverso
En los últimos días el Senamhi advirtió que en las zonas más altas de Cusco la temperatura descendería hasta más de los 10 grados bajo cero. Dicha situación produciría heladas que afectan a los niños y ancianos del lugar, así como daños a la mayoría de cultivos.
Omar Olivares
Redacción
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