En Lima y el Callao hay en total ocho zonas arqueológicas que han sido afectadas parcialmente por invasores desde hace años. Los asentamientos humanos que ahí se han establecido han ocupado terrenos indebidos y en casi todos los casos han causado daños irreversibles.
Según informó el órgano de control, siete de estas ocho zonas arqueológicas inspeccionadas cuentan con invasiones que han afectado de manera irreparable el patrimonio cultural y arqueológico. En estos casos se corre el riesgo de que se pierda por completo el terreno.
En total, son más de 1.200 kilómetros cuadrados de zonas arqueológicas que están ocupadas por asentamientos humanos.
El caso más grave de invasión en zona arqueológica se registra en Armatambo, en el Morro Solar de Chorrillos, donde 1.059 kilómetros cuadrados han sido invadidos.
La Contraloría denuncia que hay familias enteras ocupando parcelas declaradas en emergencia y que el Ministerio de Cultura no ha tomado medidas adecuadas para desalojarlos, pese a que también se encuentran viviendo en viviendas precarias con accesos a servicios básicos de agua, desagüe y luz, ya sea de manera formal o informal.
Otras zonas críticas por el alto número de edificaciones en material noble son Huaca Pala (San Martín de Porres), la Era de Ñaña (Chosica) y Cerro La Regla (Callao).
Esto demuestra que los sitios arqueológicos se encuentran desprotegidos y no son respetados por vecinos que deciden expandir sus viviendas sobre restos culturales.
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